Dicen que recordar es vivir, y que quien no conoce la historia, corre el riesgo de repetirla.
Por eso les dejo acá una columna publicada en El Tiempo, el 8 de Octubre de 1995, cuando nos encontrábamos bajo el siniestro gobierno de Ernesto Samper
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Es factible que su jefe conozca todos los detalles de su última conversación telefónica. El nombre de su interlocutor, la hora de la llamada y hasta el lugar de donde provino. Posiblemente no es la primera vez que espían sus llamadas y seguramente usted no es el único que está siendo escuchado actualmente en Colombia.
Es tan común esta práctica que llamadas privadas de ministros del
despacho, congresistas, precandidatos, periodistas, industriales,
narcotraficantes y hasta monitas retrecheras , son intervenidas sin
dificultad.
Una sola empresa privada de seguridad ha detectado que el 83 por
ciento de las empresas para las que ha trabajado han sido víctimas del
espionaje industrial.
Esto mismo puede estar ocurriendo con su beeper, con su fax y hasta
con el reservado número de su celular, sin importar que usted esté en
Lorica Córdoba o su interlocutor esté en una infranqueable oficina del
Pentágono en Washington.
Tan solo se tiene que comprar, en un almacén de aditamentos
electrónicos, una grabadora y un pequeño aparato conocido comúnmente
como el watergate o actuador telefónico, a través de cual se puede
interceptar fielmente cualquier comunicación, o adquirir una sofisticada
pistola láser que permite realizar la misma operación sin acudir a
complicados cables.
Estos almacenes, en Colombia ya hay varios, ofrecen todo tipo de
aparatos para escuchar conversaciones ajenas, espiar a la pareja o al
gobierno enemigo en catálogos muy claros.
Y aunque parezca un asunto trivial y hasta anecdótico, el espionaje
telefónico se ha convertido en un arma de doble filo dentro de la grave
crisis por la que atraviesa Colombia.
A los llamados narcocasetes les siguieron las conversaciones del
presidente Ernesto Samper con Elizabeth Sarria, la supuesta grabación de
un diálogo de Heyne Mogollón, el investigador de Samper en la Comisión
de Acusaciones de la Cámara, con el gerente de su banco, y esta semana
terminó con las líneas telefónicas de los ministros de Justicia, Néstor
Humberto Martínez, y de Defensa, Juan Carlos Esguerra.
Ya antes, una grabación le había costado el puesto al entonces
procurador delegado para la defensa judicial, Guillermo Villa Alzate.
El reciente caso de las grabaciones que Ramiro Lucio presentó ante
el Congreso de la República con las cuales pretende demostrar una
conspiración contra el gobierno colombiano, orquestada por la DEA, ponen
nuevamente sobre el tapete un tema que inquieta y ronda las altas
esferas del Estado, y que está considerado como una flagrante violación a
la Ley. (Ver entrevista)
A pesar de estar tipificado como un delito, existen variadas fórmulas
para interceptar comunicaciones, y además, existen técnicos que prestan
el servicio y métodos sofisticados, que permiten que la comisión del
ilícito se escape de todo tipo de control, incluido el estatal. (Ver
recuadro).
Acupuntura telefónica
Esta práctica jurídicamente se llama violación a la intimidad, pero
pinchada es el término con el cual se le conoce comúnmente dentro de
los estamentos oficiales que tienen autorización para hacerlo DAS,
Policía, Ejército y Fiscalía.
Para pinchar una línea existen métodos que dependen básicamente de
la tecnología con la que se cuente y de la fidelidad que se necesite.
Por ejemplo, si se quiere especular con las cintas de la DEA
obtenidas por Lucio, es muy posible que el espía haya utilizado una
entrada secreta en cualquier punto de la línea, haya violado el armario
telefónico cercano a las instalaciones del Departamento Antidrogas en
Bogotá o haya tenido acceso a una central de la empresa de teléfonos.
Si la línea telefónica del Departamento Antinarcóticos de los
Estados Unidos es mecánica o binable doble línea el trabajo se le
facilitó. Pero si la línea es computarizada, lo más posible es que haya
tenido que invertir un par de horas más en el trabajo, debido a la
complejidad de cables.
Y aunque muy seguramente la DEA, al igual que el DAS, La Fiscalía,
la Policía, los ministerios, las grandes industrias y hasta los
libretistas de televisión, cuentan con aparatos para detectar si sus
líneas están pinchadas , el sofisticado espía tuvo que haber utilizado
un anti virus o aparato para evitar que la interceptación se detecte.
Estos detectores de líneas intervenidas se llaman Phones Gards y su
precio en Colombia es de aproximadamente 30 mil pesos. Sin embargo, su
acción queda neutralizada si se utiliza un estabilizador de ruidos y
vibraciones.
En caso contrario, después de detectar la interceptación, una
especie de minicomputador analizadores telefónicos cuyo precio oscila
entre 5 hasta 40 millones de pesos en menos de tres minutos indica la
distancia aproximada desde donde se está interceptando el teléfono.
Estos aparatos son fabricados por lo general en Israel, Estados
Unidos y Francia y se comercializan exclusivamente entre entidades del
gobierno.
Los técnicos y especialistas aseguran que cuando un teléfono se
intercepta utilizando una par (salidas de la línea) ubicadas en la
central telefónica, por lo general se debe contar con la complicidad de
un miembro de la empresa de Teléfonos, tal como sucedía en Cali, en
donde el cartel tenía intervenidas líneas de oficinas públicas, de
estamentos de seguridad y casas de familia.
Según informaciones recogidas por una empresa privada de seguridad,
pagarle a un empleado o ex empleado de las empresas de teléfonos cuesta
50.000 pesos.
Este empleado va directamente a las cajas o armarios donde están
las líneas, coloca una grabadora y listo, el trabajo está hecho. O de
pronto, toma la línea y la conecta de una central a otra, digamos que la
transporta hasta el sitio final donde se espera escuchar la
conversación. La prolongación de la línea telefónica puede llegar a
costar hasta 500.000 pesos.
En una firma privada de seguridad cuentan que en una ocasión
encontraron en un solo armario dos grabadoras y explican que estas cajas
son muy vulnerables.
Sin embargo, el gerente encargado de la Empresa de Teléfonos de
Bogotá le dijo a EL TIEMPO que por este concepto no existe ninguna
investigación administrativa en curso a empleados de la entidad aunque
desconoce si en la Fiscalía se adelante algún proceso por este delito.
Recontraespionaje
El grado de espionaje es tal, que hace cuatro años la Policía Nacional
detectó una grave fuga de información de los grupos de inteligencia y
antinarcóticos, que se estaba realizando a través de un sistema de
chuzado . Debido a ello, varios operativos en contra de narcotraficantes
se frustraron.
En efecto, luego de varios meses de investigación, los mismos
operarios que adelantaban la interceptación en la entidad, de manera
oficial, tuvieron que rastrear el cableado que salía desde la central
telefónica de la Ciudad Universitaria hasta las instalaciones de la sede
de la Policía Nacional en Bogotá. Se pudo comprobar que los
delincuentes llegaron a la red subterránea por las que pasan los cables y
de allí sacaron las derivaciones de los teléfonos oficiales.
De acuerdo con la versión de uno de los operarios, eso parecía
como una cirugía con soldaduras de plomo, en medio de tanto cable .
Expertos como estos existen en la mayoría de estamentos del
Gobierno y son los encargados de hacer la contrainteligencia vigilancia
interna.
Según un detective del DAS, varios miembros de la institución han
sido destituidos gracias a las labores de contraespionaje , pero también
se han frustrado acciones de la delincuencia común y del narcotráfico,
gracias a la interceptación de líneas. Según esta misma fuente,
actualmente existen 80 líneas oficialmente chuzadas en Bogotá,
aproximadamente.
El DAS, por ejemplo, cuenta con aparatos de grabación que consignan
simultáneamente hasta 24 llamadas durante 360 minutos (más de 100
horas). Anexo a la grabadora hay una pantalla en la que aparece la hora
de la llamada y el número telefónico desde donde se marca.
Los dos últimos números del teléfono indican si es una línea
privada o un teléfono público y los dos primeros señalan si es un
aparato mecánico o digital e indican el sector de donde proviene la
llamada. La localización finaliza a través de un listado maestro en
donde está consignada la dirección del inmueble y el nombre del
propietario.
Los celulares y los radios de VHF (utilizados por la guerrilla) se
interceptan por medio de goniometría radial o triangular, que además de
grabar la llamada, determinan coordenadas dando una ubicación
aproximada.
Los fax y los beeper no se interceptan sino que se gemelean . Es
decir, se sacan derivaciones a través del cableado, desde donde se
reciben los mismos fax o mensajes que se envían al suscriptor.
Chuzar una línea o detectarla puede costar entre cien o un millón de pesos, dependiendo de la entidad o de la persona.
Pero el verdadero negocio, según un investigador privado consultado
por EL TIEMPO, está en la venta de la información misma. Existen
organizaciones encargadas de grabar infinidad de conversaciones que
después venden a sumas muy altas para chantajear .
Otras formas de espiar
Transmisores construidos en portafolios
Estos transmisores miniatura están ocultos en un portafolio de piel de
alta calidad. La agarradera del portafolio es el interruptor. Para
activar el transmisor se baja la manija. El micrófono está oculto detrás
del comportamiento de la combinación del portafolio.
Transmisor telefónico microprocesador
Monitorea ambos lados de la conversación desde cualquier aparato
telefónico conectado a cualquier sistema telefónico micro procesador sin
causar interferencia electrónica. Cuando una línea ha sido pedida o
cuando el aparato telefónico es descolgado el transmisor se activa
automáticamente y opera hasta seis segundos más después de colgar. El
transmisor de apaga si hay periodos de silencio prolongado y se reactiva
cuando la conversación continúe. El transmisor puede ser colocado en
cualquier parte del aparato telefónico.
Serie de transmisores para teléfono de cuarzo
Automáticamente transmite ambos lados de la conversación telefónica.
Es fácil de instalar dentro del aparato telefónico o a lo largo de la
línea. Las frecuencias cristalizadas aseguran la estabilidad de la
transmisión de manera excepcional.
Juego de lapiceras
Puesto encima de su escritorio, este aparato lo alertará sobre la
existencia de algún equipo que esté transmitiendo su voz a algún escucha
externo. Con este diseño único el aparato puede utilizarse en su casa,
oficina o sala de conferencia.
- Publicación
- eltiempo.com
- Sección
- Otros
- Fecha de publicación
- 8 de octubre de 1995
- Autor
- NULLVALUE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar su comentario.