Durante los últimos días he
tenido profundas reflexiones sobre los temas a tratar en mi blog y para mi es
claro que debido a la cantidad abrumadora de cosas que como país debemos
mejorar, los ciudadanos del común debemos ser propositivos y utilizar el
sentido común y el ingenio para colaborar con nuestras ciudades y con nuestro
país.
Sin embargo no puedo hacerme
oídos sordos y dejar de hablar del grave problema de violencia que afronta Medellín por estos
días, las cifras para comienzos de 2013 revelan de nuevo un incremento importante
en los homicidios, lo peor es que no es este el único factor que afecta a
nuestra ciudad pero el incremento del mismo muestra que, lo que sucede sin que
lo percibamos es todavía más grave, me refiero a las extorsiones, a las
barreras invisibles o a las amenazas de enfrentamientos entre combos que
acarrean consigo la deserción escolar.
Asombra ver cómo nos cayeron, al
mismo tiempo, dos gobiernos (Si así se les puede llamar) tan ruinosos para
nuestra ciudad y para el país. Gobiernos que aumentan la carga burocrática con
igual celeridad con la que disminuye la seguridad para los ciudadanos,
gobiernos que decidieron delegar los temas más delicados a personas encargadas,
por supuesto con un buen salario, en lugar de apersonárselos y hacerles
seguimiento hasta que se logren objetivos claros, gobiernos que aparecen con
sus grandes sonrisas para dar las buenas noticias y recibir premios y trofeos,
pero que se esconden a la hora de rendir cuentas sobre temas críticos, cuando
no es que maquillan o desestiman los informes que les son adversos.
Dirán que los uribistas somos
repetitivos y tal vez tengan razón, pero que diferencia tan abismal encontramos
cuando el presidente Álvaro Uribe en su gobierno hacía exactamente lo contrario
a lo que hacen nuestros actuales mandatarios. Dónde había un conflicto se
presentaba personalmente para coordinar las soluciones, cuando había un
desastre se presentaba con su gabinete para plantear soluciones inmediatas y
coordinar ayudas, a la hora de dar malas noticias era él mismo quien tomaba la
vocería del gobierno para dar la cara al país, pero cuando se tenían aciertos y
cuando era el momento de dar buenas noticias encargaba a sus ministros para que
comunicaran al país las buenas nuevas.
Veo en estos gobiernos mucha
soberbia además de una desconexión casi total con el pueblo. Si quieren subir
de nuevo en las encuestas y mejorar su imagen, que tanto les preocupa, atiendan
las necesidades básicas del pueblo, escuchen los principales problemas que
preocupan a la ciudadanía y tal vez ahí encuentren los focos dónde deben actuar
para lograr resultados sustanciales.
Doctor Aníbal Gaviria, tenemos en
la ciudad de Medellín un persona experta en temas de seguridad, invitada de
honor en diferentes lugares del mundo para dar conferencias y hacer foros, esta
persona ha ofrecido a su administración una asesoría gratuita por el simple
hecho de colaborar con la ciudad y ustedes han desatendido este amable
ofrecimiento, hasta cuándo vamos a seguir así? Que más tiene que ocurrir para
que podamos ver acciones contundentes? Cuantos muertos más necesita? O hasta
dónde debe bajar su popularidad?
Necesitamos acciones claras y
contundentes en la ciudad más innovadora del mundo.