26 septiembre, 2013

DE LA ENTRADA AL PLATO FUERTE



Estamos pues ante la posibilidad de cambiar para siempre la política de nuestro país para pasar de las estiercoleras dónde se revuelcan los puercos esperando su ración, a un lugar dónde se encuentren personas honorables, decentes y leales que trabajen con dedicación y sobre todo con amor por Colombia


Cuando era pequeño, mientras veía las noticias, con frecuencia le preguntaba a mi madre ¿Por qué aquí siempre ganan los malos? ¿No se supone que deberían ganar los buenos?

En mi cabeza sólo estaba el ideario de las películas de Hollywood, o tal vez las caricaturas, en las que al final siempre ganan los buenos;  sin embargo nuestra realidad era bien diferente, un ataque al ejército aquí, una emboscada allá, un atentado terrorista en una ciudad, una toma a un pueblo con secuestro de soldados y civiles, un enfrentamiento del ejército con la guerrilla, donde la mayor cantidad de bajas siempre la ponía el ejército, etc, etc, etc.

Hablando claramente, la victoria de los Narco-Terroristas (el mal) sobre el ejército y la institucionalidad colombiana (el bien) era inminente. Un pueblo acorralado y oprimido por los actos cobardes y terroristas de las Narco Guerrillas, se refugiaba en el centro de los cascos urbanos buscando, de alguna manera, un mínimo de protección, mientras se perdía de las grandes maravillas rurales, la riqueza paisajística, ecológica y cultural de su gran país.

Un buen día, apareció en la vida nacional un personaje de origen campesino, hablado coloquial, singular simpatía, pequeña estatura pero gran carácter. Había aparecido en Colombia la persona que le daría la vuelta a la historia y a la realidad nacional.

Es claro que hablamos de Álvaro Uribe Vélez para quien la tarea, casi imposible, de transformar a Colombia no fue inalcanzable, sino un logro que aún la mayoría de los colombianos recuerda y agradece.

Sobre la labor heroica del Presidente Uribe y sus cifras no me detendré, ya han sido suficientemente publicitadas y quien necesite más pruebas del cambio tangible que logró en sus 8 años de gobierno, es porque no vivió en Colombia aquel período, estaba muy pequeño, o por alguna razón su odio lo enceguece  y sólo nota los pequeños puntos negros sobre un gran océano blanco.

Compatriotas, difícilmente se repetirá en la historia un acontecimiento similar al que estamos por vivir en nuestro país. Quedó demostrado que las tesis que propuso Álvaro Uribe Vélez para gobernar el país funcionan, y de qué manera!  Lograr un giro de 180° de país fallido a líder de la región en tan sólo 8 años, y aun con el agravante del terrorismo aliado al narcotráfico, no es poca cosa.

Ahora bien, eso fue apenas un pequeño bocado, podríamos decir que fue la entrada.  Posterior a eso, por situaciones que sólo en el futuro comprenderemos, Álvaro Uribe Vélez y sus seguidores fuimos engañados, pero no vamos a llorar más sobre la leche derramada, vamos a levantar la cabeza y mirar al frente.  Al proyecto político del Expresidente Uribe le hacían falta unas bases firmes, unas bases depuradas, un equipo de trabajo comprometido con el país y no con el poder.  Y eso es lo que tenemos ante nosotros.

Lo que el Expresidente Álvaro Uribe nos propone ahora es pasar de la entrada al plato fuerte. Ya nos dio una prueba de cómo puede ser una Colombia gobernada y regida por sus políticas (la cual aprobó más del 80% de Colombia), en buena hora tenemos como compararla con la fallida política tradicional de favores políticos, burocracia, derroche, desconexión con el pueblo y por supuesto mermelada.  Es sólo mirar atrás Gaviria, Samper, Pastrana y ahora Santos, todos unos gobiernos pobres, mediocres; cuando no, ladrones y corruptos.

El proyecto del Centro Democrático es un proyecto para inmortalizar las políticas de Álvaro Uribe, pasar del Caudillismo a un partido que personifica ese amor, esa abnegación y dedicación con la que se debe trabajar para lograr un mejor país. Si bien la lista no es perfecta, y comprendo que a algunas personas se les despierten inquietudes con 3 o 4 personas que irían al congreso, si se mira el macro del proyecto, es un proyecto limpio y renovado. La gran mayoría de estos Colombianos son ilustres desconocidos, personas que desde sus áreas han trabajado silenciosamente por el país y no por mover maquinarias políticas, de hecho no vemos allí delfines ni personajes que se ufanen por contar con X cantidad de votos.  Acá lo que se ha buscado es sin duda, renovar el congreso de Colombia para pasar de un círculo vicioso, dónde siempre se eligen los mismos apellidos o sus ungidos, a un círculo virtuoso dónde el gran compromiso sea trabajar por Colombia.

Estamos pues ante la posibilidad de cambiar para siempre la política de nuestro país para pasar de las estiercoleras dónde se revuelcan los puercos esperando su ración, a un lugar dónde se encuentren personas honorables, decentes y leales que trabajen con dedicación y sobre todo con amor por Colombia.

La historia está por cambiar.

@JuMaJaRa