Las pérdidas para el
país en La Habana son inconmensurables; la primera y la más grave de ellas es
la pérdida de autonomía del Presidente para gobernar.
Todavía retumban en mi cabeza las palabras del Presidente
Juan Manuel Santos cuando, después de negar y ocultar los diálogos de paz en La
Habana, salió a ratificarle al pueblo colombiano que efectivamente se estaban
llevando a cabo dichas negociaciones. En ese entonces el Presidente nos dijo
que no teníamos nada que perder y mucho por ganar, que si las conversaciones de
paz fracasaban no pasaba nada y seguíamos como antes, y como ya es costumbre
para nosotros, una vez más, Santos mentía.
Debo reconocer que si hay algo que haga bien este Presidente
es mentir sin sonrojarse, promete maravillas aquí y allá, no tiene ni idea de
los presupuestos de las obras ni de dónde saldrá el dinero, el hecho es
prometer y dejar a la gente eufórica ante tales anuncios.
Estimados lectores debo decirles que las pérdidas para el
país en La Habana son inconmensurables; la primera y la más grave de ellas es
la pérdida de autonomía del Presidente para gobernar. Con esto se genera la
pregunta ¿Quién gobierna nuestro país?
El Presidente Juan Manuel Santos se encuentra amarrado a un
proceso de paz que para él representa el todo en su Gobierno, un Gobierno se
inició sin ideas claras, sin norte, o tal vez con un norte escondido que era la
tan anhelada paz para los colombianos que se trabajaba por debajo sin
comunicárselo al pueblo, por eso veíamos que no había políticas claras. Con
Álvaro Uribe sabíamos que su principal programa era la Seguridad Democrática,
con Andrés Pastrana sabíamos que su caballo de batalla eran los diálogos de paz,
que en su momento apoyamos, pero con Santos no sabíamos para dónde íbamos, más
allá de mejorar unas relaciones exteriores con personajes que es mejor
mantenerlos lejos que cerca.
Es por esto que hoy por hoy quienes gobiernan nuestro país
son las FARC. Después de cometer toda clase de atropellos contra la población
civil y contra militares indefensos el Presidente Santos no ha renunciado ni
condicionado la mesa de negociaciones en La Habana, ya con eso las FARC le
midieron el aceite y saben que por más violaciones que cometan al DIH al Presidente
lo tienen amarrado a la mesa.
Con el tema de los bloqueos en carreteras Santos me hizo
recordar a Hugo Chávez cuando ordenó enviar varios batallones a la frontera en
una inminente acción de guerra. Batallones que por cierto tardaron bastante en
llegar y llegaron incompletos. Así mismo Santos prometió que por ningún motivo
permitiría bloqueos en vías, el resultado, Antioquia aislada al sur en Irra y
al norte en Tarazá, entonces ¿cuál es la gobernabilidad de Santos?. Protestas
en cada rincón del país, incremento en los secuestros, incremento en las
extorsiones, incremento del terrorismo y a eso se le suma que en lugar de
aparecerse en alguno de estos lugares para solucionar problemas, nuestro Presidente
sale para Venezuela a explicarle a Nicolás Maduro (Amigo de las FARC) porqué
recibió a Enrique Capriles en el palacio de Nariño. ¿Por qué el Presidente
Santos le da prioridad a ese tema y no a los más importantes para el país y sus
habitantes?
Revisando las acciones del Gobierno, antes de anunciar el
proceso de paz, es evidente que se tramitaron el marco jurídico para las FARC,
perdón, para la paz, y la reforma a la justicia, ambos para beneficio de la
guerrilla que para ese momento ya dialogaba a escondidas con el Gobierno. Por
otro lado y para el día de hoy el Catatumbo continúa y continuará ardiendo
hasta que no se decrete la Zona de Reserva Campesina que adivinen ¿a quien
beneficiará?.
Con todo lo anterior si cabe hacerse la pregunta, ¿Quién gobierna
a Colombia? ¿Quién dicta la agenda del Presidente Santos?.
@JuMaJaRa